Virgen de la Piedad. Primera semana de agosto. La fiesta de verano, para divertimiento y encuentro de los vecinos del pueblo que tuvieron que ausentarse por distintos motivos, tiene como centro de interés a su patrona, la Virgen de la Piedad, y se celebra el primer fin de semana de agosto. La fecha originaria era septiembre, pero para facilitar la asistencia y aprovechar el tiempo vacacional se trasladó hace unos veinte años al primer fin de semana de agosto.
miércoles, 18 de diciembre de 2013
COBDAR. VIRGEN DE LA PIEDAD
Virgen de la Piedad. Primera semana de agosto. La fiesta de verano, para divertimiento y encuentro de los vecinos del pueblo que tuvieron que ausentarse por distintos motivos, tiene como centro de interés a su patrona, la Virgen de la Piedad, y se celebra el primer fin de semana de agosto. La fecha originaria era septiembre, pero para facilitar la asistencia y aprovechar el tiempo vacacional se trasladó hace unos veinte años al primer fin de semana de agosto.
viernes, 12 de julio de 2013
CUEVAS DEL ALMANZORA - NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
CAPILLA DEL CARMEN
Presenta una solución arquitectónica muy particular; es de planta ovalada y su cúpula elíptica es una de las pocas en su género en la provincia de Almería.
En ella se encuentran dos retablos, procedentes uno de la Iglesia de San Sebastián y que está dedicado a la Virgen del Primer Dolor, cuya imagen primitiva que era de Salzillo fue destruida en la Guerra Civil. El otro retablo procede del convento de San Francisco y tiene varias imágenes de santos franciscanos.
El proyecto y la dirección de la obra es de don Antonio Falcés Yesares, que era director técnico de la mina Carmen y decano de los ingenieros de minas de Sierra Almagrera. El pavimento es de mármol blanco de Macael.
La grandiosa verja de hierro que cierra la capilla fue fundida por Valentí Esparó en Barcelona. La imagen de la Virgen del Carmen situada en el camarín de la capilla fue tallada también en Barcelona por encargo de Don Diego Soler Flores, y fue colocada allí en 1889 después de una bula del papa León XIII declarase la Virgen del Carmen patrona de Cuevas en junio de 1888.
https://www.facebook.com/iglesia.decuevas
martes, 9 de julio de 2013
ALBOX - NUESTRA SEÑORA DEL SALIENTE
El conjunto
escultórico no llega a los 60 cm. de altura, desde la corona hasta el
comienzo de la peana, y está trabajado sobre olorosa madera de sabina,
cuyo aroma percibe quien contempla en proximidad, reforzando así el
carácter sagrado de la imagen envuelta por su origen misterioso. Una
rica policromía, en gran parte perdida, realza volúmenes y propicia
claroscuros de rico contraste. Cinco elementos lo integran: la Virgen;
dos ángeles vestidos a la usanza del XVII, que la sostienen y elevan por
encima del dragón: la luna, nunca ausente y siempre definitoria en la
iconografía apocalíptica, sobre la que apoya sus pies descalzos la
Mujer: el dragón, excluido por los artistas cuando la Mujer del
Apocalipsis se transforma en Inmaculada.
La Virgen, con la
misma fuerza barroca que caracteriza al conjunto, está dotada de una
esbeltez y dinamismo que proceden de la distribución acertada de sus
volúmenes y los perfiles que la definen. Las superficies brillantes y las
tonalidades claras y transparentes, potencian el ingrávido movimiento de la
figura.
Aureolada por el azul
del manto que iluminan los soles de oro, los vivos colores de los ángeles,
el ocre rojizo del dragón y la plata perdida de la luna, hacen de la Virgen
el centro de la composición, entablando un diálogo, que remite a lo
trascendente, a lo alto, con quien a ella se acerca. El conjunto, bello y
armonioso conceptualmente firme y definido, rico en matices y sugerencias,
se presenta como joya frágil y etérea que recuerda en su factura un trabajo
de fina porcelana.
La imagen de Nuestra
Señora del Buen Retiro de Desamparados o del Saliente es catequesis para una
comunidad que comienza a encontrar sus señas de identidad tras superar las
dificultades de hambre, emigración y desarraigo. Los catequistas fueron
Lázaro de Martos y Roque Tendero, hombres cultos que ya estaban enraizados
en esta tierra seca y agreste a la que un día llegaron sus padres y abuelos
en busca de esperanza.
La imagen de la mujer
del Apocalipsis es para ellos la Asunción, la Inmaculada Concepción: aquella
por la que el pueblo ha hecho juramento de defensa, pero es también
manifestación de esperanza. Es la misma esperanza que da sentido a sus
vidas.
La Virgen del Saliente
es punto de referencia vivido en profundidad vital y religiosa para
esclarecer la cotidianeidad de dificultades y luchas: es esperanza que
ilumina el desierto para que no sea lugar de tiempo sin fin, sino etapa
necesaria y pasajera cuando lo miran "los desterrados hijos de Eva" que
invocan a María como "Reina y Señora". Ella, en su buen retiro, es lugar de
acogida de penas y alegrías, días y noches, emigraciones y retornos. Mira al
cielo sintiéndose a salvo: sus manos son oración a Dios y, como le canta
Julio Alfredo Egea, "tienen vocación de nido".
Fuente: PEDRO
Mª Y ANTONIO FERNANDEZ ORTEGA."La Virgen del Saliente en su Buen
Retiro" . Ed. Fundación "Santuario de Nª Sª del Saliente.
1.993
Romería al
Santuario del
Saliente
8 de
septiembre
La documentación municipal
recoge ya en 1.727 la afluencia de gente en este día, enviando a la ermita
regidores y justicias para el mantenimiento del orden. En 1.804, las
celebraciones tienen ya un carácter ruidoso y los cohetes y los tiros de trabuco
se están generalizando. El Ayuntamiento de Albox toma cartas en el asunto y
acogiéndose a las reales pragmáticas y disposiciones que prohíben el uso de
armas de fuego, por voz de pregonero hace saber que no se permitirán los
disparos con estas armas en el Saliente.
Antes del Día de la Virgen
comenzaba la romería, y desde los distintos puntos de la geografía mariana del
santuario, salían los devotos que iban a participar en la fiesta, andando o en
mulas que cubrían sus sencillos aparejos con vistosos cobertores y zaleas, dando
a la romería un carácter alegre y abigarrado. Las aguaderas de esparto portaban
la paja y cebada para la bestia junto con la comida de los romeros y los manojos
de albahaca junto a las limosnas en especie, que habrían de ofrendar a la virgen
y a los pobres en cumplimiento tal vez de una promesa hecha en momentos de
apuro.
La subida se hacía entre
cantos y alegría, sin alterar el sentido religioso de quienes descalzos, en
silencio o portando a hombros a la criatura que, en peligro, recibió la ayuda de
la Virgen, iban cumpliendo sus promesas. Las promesas al pie de la cuesta se
intensifican: se sube con los pies descalzos, de rodillas, rezando. En la cima,
la alegría y la satisfacción de haber superado la dificultad y la prueba.
Al final del camino una
estampa medieval se abre al visitante: pobres, mendigos, tullidos y pícaros
extienden sus manos y con voz lastimera llaman a la caridad. Es el momento de
cumplir la promesa de repartir el pan o la calderilla entre ellos.
Se mezcla lo profano con
lo sagrado, siendo difícil diferenciarlos.
Las habitaciones del claustro están abiertas para los peregrinos: lo individual
se ha hecho colectivo; nada hay de nadie, todo es de todos.
El nuevo día, día grande,
se comenzaba con nueva procesión de la imagen, misa solemne con diáconos
y orador sagrado, entre ruidos de cohetes que sin cesar se disparaban desde la
tarde anterior. Mirando al valle, la Virgen se había detenido y culminaba la
emoción con el canto de la Salve que, en la prolongación de sus notas, se
convertía en sentida meditación. Los vivas a la Virgen del Saliente, a la
Pequeñica, llenaban la plaza y el templo entre la algarabía de los puestos de
turrón, de velas, licores y recuerdos piadosos que daban ese aire de fiesta en
ruptura con lo cotidiano, con predominio del exceso y como adelanto de la gran
fiesta, eterna, siempre esperada.
Mientras tanto en Albox,
una alegre juventud sigue a los mayores en el testimonio
de una tradición. Subir andando al Saliente es un rito que se perpetúa cada año,
renovando con nuevo estilo viejas costumbres. En los últimos tiempos comienza la
romería con un acto a las doce de la noche en la Parroquia de Santa María,
cuyo centro es la felicitación a la Virgen con el canto de la Salve. Empieza a
caminar y las antiguas promesas se mezclan con las nuevas; no falta algún
estudiante que en su mochila lleve los libros de las asignaturas que en junio no
superó.
El camino se inicia y como
luciérnagas luminosas se ven en la noche las luces que indican la marcha. Un
alto se hace obligado en el bar de Bernardo en Las Pocicas, donde comienza a
notarse la fatiga que con un bocadillo se alivia. se reemprende el caminar, se
pasa por los Aceiteros y poco después comienza el tramo más duro: !Hay que subir
la cuesta!
Todo es orden, hasta en
los mendigos que siguen esperando la limosna y que en autocares van haciendo el
recorrido Saliente, Monteagud, Tices y Bacares. Un aire nuevo se respira,
manteniendo lo fundamental como nota: la devoción profunda a la Virgen del
Saliente.
PEDRO Mª Y
ANTONIO FERNÁNDEZ ORTEGA: "El Santuario del Saliente. Historia y Vida" . 1985
miércoles, 19 de junio de 2013
ALMERIA - VIRGEN DEL MAR
DÓNDE SE APARECE
El lugar
donde se aparece era y es una torre atalaya situada en el litoral almeriense
cerca de la zona denominada El Alquián. Era una atalaya de segunda
categoría; esto quiere decir que disponía de tres vigías a diferencia de
otras que disponían además de un cabo.
En 1502 la
torre carecía de la segunda estancia y de la terraza. Con los Reyes
Católicos seguía la costumbre de que esta atalaya árabe tuviera tres vigías,
aunque en la época de la aparición solo constan dos vigilantes según Martín
del Rey: “Andrés de Jaén (que pertenecía al Cuerpo de Inválidos por
haber quedado cojo al formar parte de las huestes cristianas a las que había
servido) en turno de noche, y Diego Marín en turno de día”.
ENTORNO SOCIAL
En diciembre
de 1489 con los Reyes Católicos llegan los tres primeros frailes
predicadores dominicos a Almería; pronto serían seis y fundarían la primera
escuela pública de enseñanza.
El convento
de los dominicos, en el tiempo de la aparición de la Virgen, se componía de
un prior, Fr. Juan de Baena, los conventuales Fr. Clemente de Piedrahita
(sacerdote) y Thomas de Baena (sacerdote), Francisco de Jaén (diácono),
Thomas de Ezija (profeso), y los legos Andrés de Padilla y Juan de
Alcántara. También se cita en algunos documentos a Fr. Humberto de
Salvatierra.
La población
de Almería era de 580 vecinos equivalentes a 5.320 habitantes. La Ciudad
tenía en esa época las siguientes autoridades:
* Corregidor:
Alonso Escudero.
* Rexidores:
Pedro Núñez de Benavente, Martín Alonso de la Cerda, Alonso de Alcántara,
Arias de Medina, Juan de Lezcano y Galcerán de Almenara.
*
Alguacil: Pedro Herrero.
* Obispo: Juan
de Ortega, ausente por formar parte del Cortejo Real.
* Deán y
gobernador eclesiástico: Francisco de Ortega, sobrino del prelado titular.
* Cabildo:
tesorero, Alonso de Fuentes; chantre, Ginés Sánchez; maestreescuela, Diego
Lucero.
* Canónigos:
Juan de Texea, Fernando Pérez, Antón de Córdoba, Ginés de Porta, y Simón
Narváez; todos ejerciendo como criados de los Reyes,
sin residir en Almería.
En el momento de la llegada de la Imagen de la Virgen sólo están en la
Ciudad Porta y Narváez.
DE DÓNDE PROCEDÍA LA IMAGEN
Por aquél
entonces, las naos y galeras que navegaban por el Mediterráneo desde el s.
XIV empezaron a estar dotadas, en la cámara de popa, de un pequeño espacio
dedicado a capilla donde generalmente se depositaba una imagen de la Virgen
para culto y veneración de los navegantes de dichas embarcaciones.
Es opinión
generalizada que la nave que portaba esta Imagen de la Virgen del Mar había
sido realizada en una atarazana de la costa valenciana o catalana, o de la
costa de Italia, en la cual además de construirse la nave se talló la Imagen
que se depositaría en la capilla de dicha embarcación. Se trata de una talla
de nogal policromada, de estilo gótico tardío. La referida nave debió ser
atacada por piratas sarracenos en su ruta por “el Mar Ibérico o Mar
Mediterráneo”, ocurriendo el abordaje con probabilidad encontrándose cerca
del promontorio de “Charidemus o Cabo de las Ágatas”, arrojando los
saqueadores al mar –a su suerte- todo lo que no les era útil, como fue el
caso de nuestra Imagen.
SU
ARRIBADA A LA ORILLA DEL MAR. LA APARICIÓN.
No es
posible determinar el número de días que la Imagen estuvo inmersa en el mar.
Las corrientes marinas de la zona del Cabo de Gata la arrastraron hacia la
orilla sufriendo varias rozaduras al tropezar con rocas que le deterioraron
la espalda a modo de cuchilladas la espalda; también deterioraron al Niño,
que portaba en la mano como una manzanita. La Imagen, siguiendo el curso de
la marea, fue arrojada a la playa de Torregarcía, como a un tiro de piedra
del Torreón hacia poniente. La torre vigía estaba emplazada como a unas 10
varas de la orilla del mar.
Corría la
noche del 21 al 22 de diciembre de 1502 cuando ocurre la Aparición de la
Virgen del Mar. Cubría guardia el torrero morisco Andrés de Jaén, y dice la
crónica que “vio algo que rebrillaba en la mar, por lo que tuvo gran
temor. Bajó de la torre y acercándose a la orilla, y estando así espantado,
no sabía que pensar, cómo o en qué manera aquella imagen hubiese allí
aportado, y dijo más, que por otra parte se halló tan consolado y con tanta
devoción, aunque indigno y pecador por haber tal tesoro hallado.
Estaba
todo elevado, al encontrar la imagen de N.ª S.ª, que no sabía que hacer, y
en esto estando pensando, vínole al pensamiento de ir y llamar a alguno que
viese aquel milagro de aquella imagen que había hallado. Y si en tanto que
yo voy, dijo él, viene algún mozo y se la lleva para escarnecerla, no daré
de mi muy buena cuenta.
Mas
queriola llevar a la torre y probó, pensando en poder llevarla, y le pareció
que aunque dos personas, tanta fuerza tuvieran, que con ella no podrían, y
con muy grande dolor de corazón, se hincó de rodillas y con cuanta devoción
él pudo y con su poco saber, las manos juntas, dijo: Sra. Virgen María, yo
bien veo que soy pecador y no soy digno de tocar con mis manos pecadoras a
tu gloriosa imagen, mas aunque no es razón que Ella aquí esté por el peligro
de los Moxos, dame tú, Señora, fuerzas para yo la pueda llevar hasta la
Torregarcía. Y probó por si la podía levantar, y le pareció que no sólo
alzarla, mas en llevarla, no llevó más peso que si nada llevara, y que así
lo juró que había acaecido” .
Cómo
consiguió trasladar la Imagen hasta el interior de la torre es un misterio,
ya que estas torres de forma cilíndrica tenían el portillo de entrada entre
dos matacanes y a una altura estimable, y para su apertura lo hacían a
través de bisagras o articulaciones emplazadas en la parte superior, de modo
que, para su apertura, había que girarlas en el sentido de las agujas del
reloj, empujándola desde su parte inferior, de forma que, cerrada, los
vigilantes, armas y leña del interior quedaban inexpugnables. El llegar
hasta la puerta era un proceder rocambolesco, la escala de cuerda atada a
los matacanes, una escala de gato, pero en cuerda. La misma era quitada al
caer el sol, quedando el torreón inaccesible.
LA LLEGADA AL CORAZÓN DE LOS
ALMERIENSES
Seguimos con nuestro relato. Al día siguiente de la Aparición de la Imagen,
Andrés de Jaén se desplazó con un compañero hasta la Iglesia Mayor de la
Almedina, donde narró el suceso al Deán D. Francisco de Ortega, el cual lo
despidió con esta expresión: “Id con Dios buen
hermano, que ya pasó el tiempo en el que
la Virgen se aparecía a los
pastores. Y dejolo ir”
Por cuya
razón el torrero se dirigió al monasterio del Sr. Santo Domingo, donde narra
otra vez lo acaecido. El relato de la expedición que se organizó para
comprobar qué cosa era aquélla que decía el torrero y traerse la Imagen, la
describe el Deán Orbaneja tomada del acta que los dominicos firman dando fe,
el Prior y la Comunidad del monasterio dominicano. Así, en la cabalgadura
llamada “la Favorita”, la Imagen fue traída al Convento de los dominicos y
al corazón de todos los almerienses.
El 1 de
enero de 1503 los almerienses que fueron a oír misa de alba a Santo Domingo
quedaron encantados al contemplar en el nicho principal de dicha iglesia la
Imagen de la Virgen que nos vino del mar.
Años más
tarde a este suceso, Andrés de Jaén, impresionado por todo ello y no
pudiendo olvidarlo, abandonó el puesto de vigía y solicitó entrar de lego en
el convento de Santo Domingo, donde acabó sus días a los pies de la Virgen
del Mar y servicio de la Comunidad.
En
Torregarcía, desde 1502 hasta hoy, cada primavera y verano -hasta agosto-
florecen azucenas y narcisos en el mismo sitio en que se apareció la Virgen
del Mar; milagrosamente, pues el terreno arenoso casi desértico y la
salinidad del mismo hacen incomprensible que nazcan de forma espontánea
estas flores. Es el milagro de las azucenas que cada primavera Dios nos
regala, para que no olvidemos el momento y el gran regalo que nos dio con
Nuestra Madre y Señora la Virgen del Mar.
HERMANDAD DE LA VIRGEN DEL MAR
Himno de la Virgen del Mar, Patrona de Almería, interpretado por la Banda Municipal de Música de Almería y la Coral Virgen del Mar. Fue estrenado en 1951 con motivo de la Coronación Canónica que tuvo lugar en el Puerto de Almería.
Letra: Manuel del Águila.
Música: José Padilla
Sobre las olas, Nuestra Señora va caminando;
sobre las aguas, viene la Virgen con su Hijo en brazos,
peces de plata de clara concha van escoltando
y de la espuma, encaje sube para su manto.
Suben al cielo las gaviotas de finas alas,
palio bordado de estrellas y nube del cielo bajan.
el viento absorto, en fina brisa se va cambiando,
y el aire leve, de dulce canto se va llenando.
Grises arenas, se oro se tornan
cuando la Virgen pisa la playa,
y flores blancas, blanco milagro,
con azucenas forman las andas.
Ya tienes manto de fina espuma, Virgen del Mar.
ya tienes coro de fina brisa que el viento amansa,
ya tiene palio de estrella y nube,
tienes escolta.
Hoy te traemos
la humilde ofrenda de esta corona,
y en ella, Madre, promesas, vida, fe ciega, amor...
Solo queremos, Señora y Reina, que nos protejas,
tu amor, Señora, tu bendición.
HERMANDAD DE LA VIRGEN DEL MAR
Himno de la Virgen del Mar, Patrona de Almería, interpretado por la Banda Municipal de Música de Almería y la Coral Virgen del Mar. Fue estrenado en 1951 con motivo de la Coronación Canónica que tuvo lugar en el Puerto de Almería.
Letra: Manuel del Águila.
Música: José Padilla
Sobre las olas, Nuestra Señora va caminando;
sobre las aguas, viene la Virgen con su Hijo en brazos,
peces de plata de clara concha van escoltando
y de la espuma, encaje sube para su manto.
Suben al cielo las gaviotas de finas alas,
palio bordado de estrellas y nube del cielo bajan.
el viento absorto, en fina brisa se va cambiando,
y el aire leve, de dulce canto se va llenando.
Grises arenas, se oro se tornan
cuando la Virgen pisa la playa,
y flores blancas, blanco milagro,
con azucenas forman las andas.
Ya tienes manto de fina espuma, Virgen del Mar.
ya tienes coro de fina brisa que el viento amansa,
ya tiene palio de estrella y nube,
tienes escolta.
Hoy te traemos
la humilde ofrenda de esta corona,
y en ella, Madre, promesas, vida, fe ciega, amor...
Solo queremos, Señora y Reina, que nos protejas,
tu amor, Señora, tu bendición.
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